Radiology and Physical Medicine

Risk from non-ionizing radiation exposure Riesgo de exposición a radiación no ionizante

August 3, 2014 | Translate

Non-ionizing radiation (NIR) of electromagnetic radiation types refers to that one that cannot remove any electron from matter on which it impacts. This ability is due to radiation’s frequency and energy; lower frequency, higher wavelength and, consequently, lower energy is NIR: radio, microwave, infrared, visible light and ultraviolet radiation. The limit to be ionizing radiation is C ultraviolet radiation.

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Nowadays non-ionizing radiation exposure is extremely high. On the first hand, prolonged exposure to solar light because of tanning and ozone layer diminution, bring excessive ultraviolet radiation. In the other hand, the great technological progress entails some risks. Radiofrequency and microwave transmitted from mobile phone stations have received a lot of attention, especially where the public is exposed because of the localization of these antennas (1). In addition, exposure at home, work or school to microwave, radio wave, very low frequency and extremely low frequency fields, thermal radiation, etc. which come from common objects such as electrical appliance, TV, computers, mobile phones, WIFI, etc. has been studied. We should not forget NIR medical applications like pain treatment or dermatological treatments with laser and UV radiation, among others.

There is not a scientific association between non-ionizing radiation and cancer, however, other effects have been proved. The adverse effects that have been established most clearly in humans as consequences of NIR exposures are those developing immediately after a short term exposure which is in contrast to effects that may appear only after a long term exposure and/or a long delay (2).

Risk of suffering ocular alterations, such as conjunctivitis, cataracts, photoretinitis or ocular burns, has been described for several types of NIR: laser radiation, infrared radiation, visible light and ultraviolet radiation. Furthermore, these kinds of radiation have been proved to cause skin alterations like acute erythema, accelerated skin aging or skin cancer. These effects are produced by different mechanisms related to thermal and photochemical alterations, but not because of ionizing, and they depend on the exposure level, duration, quantity of radiation, etc. Static electric and magnetic fields with extremely low frequency (lower than 300Hz) can produce surface effects and stimulation of nerve and muscle cells by the induction of electric fields and currents. Finally, IARC (International Agency for Research on Cancer) and World Health Organization classify radiofrequency electromagnetic fields as possibly carcinogenic to humans, including them in Group 2B of carcinogens, based on an increased risk for glioma associated with wireless phone use (3).

To conclude, we should know that ICNIRP takes responsibility of protection to non-ionizing radiation and has published a guideline describing the exposure limits in order to regulate NIR levels in different public and work places. Apart from that, World Health Organization creates sun protection programs. If there is not any scientific evidence for some health effects, precaution principle will be taken.

1. Kwan-Hoong Ng.  Non-Ionizing Radiations–Sources, Biological Effects, Emissions and Exposures. 2003. Available in: https://www.who.int/peh-emf/meetings/archive/en/

2. International Commission on Non-Ionizing Radiation Protection. General Approach to Protection against Non Ionizing Radiation. Health Physics 2002; 82 (4):540-548. Available in: https://www.icnirp.de/PuballNIR.htm

3. International Agency for Research on Cancer. IARC classifies radiofrequency electromagnetic fields as possibly carcinogenic to humans. 2011. Press Release nº208. Available in: https://www.iarc.fr/en/media-centre/pr/2011/

 

Author: Elena López Gómez
4º Course, Medicine. GranadaUniversity

La radiación no ionizante (RNI) del espectro electromagnético es aquella que no puede arrancar electrones de la materia sobre la que incide. Esta capacidad viene determinada por la frecuencia y la energía de la radiación; aquellas radiaciones de menor frecuencia, mayor longitud de onda y, por tanto, menor energía constituyen las RNI: ondas de radio, microondas, radiación infrarroja, luz visible y radiación ultravioleta. El límite en que pasa a ser radiación ionizante lo encontramos en la radiación ultravioleta C.

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Hoy en día la exposición a la radiación no ionizante es muy elevada. Por un lado, la exposición prolongada a la luz solar para broncearse y la disminución de la capa de ozono,  tienen como consecuencia un exceso de radiación ultravioleta. Además, el gran avance de la tecnología nos expone a determinados riesgos. Las ondas de radiofrecuencia y las microondas transmitidas por estaciones de telefonía móvil reciben especial atención, especialmente cuando el público es expuesto por la localización de estas antenas (1). También la exposición doméstica, laboral o en los colegios a microondas, ondas de radio, campos de frecuencias muy bajas y extremadamente bajas, radiación térmica, etc. procedentes de objetos comunes como electrodomésticos, televisión, ordenadores, móviles, WIFI… han sido objeto de estudio. No debemos olvidar las aplicaciones médicas de la RNI como el tratamiento del dolor o las diferentes aplicaciones de láser y radiación UV en tratamientos dermatológicos, entre otros.

No está establecida científicamente la asociación entre radiación no ionizante y cáncer, pero sí se han demostrado otros efectos. Los efectos adversos que se han establecido más claramente en humanos como consecuencia de exposiciones a RNI son aquellos desarrollados inmediatamente después de un periodo de exposición corta, lo cual está en contraste con efectos que sólo pueden aparecer después de un periodo de exposición largo y/o un retraso largo (2).

El riesgo de sufrir alteraciones oculares como conjuntivitis, cataratas, fotorretinitis o quemaduras de retina, ha sido descrito para varios tipos de RNI: radiación láser, radiación infrarroja, luz visible y radiación ultravioleta. Además, se ha demostrado que este tipo de radiaciones también pueden ocasionar alteraciones cutáneas como eritema agudo, envejecimiento cutáneo acelerado o, incluso, cáncer de piel. Estos efectos se producen por diferentes mecanismos relacionados con alteraciones térmicas y fotoquímicas pero no por ionizaciones y van a depender del nivel de exposición, la duración, la cantidad de radiación, etc. Los campos eléctricos y magnéticos estáticos de frecuencias extremadamente bajas (inferiores a 300Hz) pueden tener efectos superficiales y estimular células nerviosas y musculares por inducción de campos eléctricos y corrientes. Finalmente, la IARC (International Agency for Research on Cancer) junto con la Organización Mundial de la Salud clasifican los campos de radiofrecuencia electromagnética como posibles carcinógenos en humanos, incluyéndolos en el grupo 2B de carcinógenos, basándose en el aumento del riesgo de glioma asociado con el uso de teléfonos móviles (3).

Para concluir debemos saber que la ICNIRP se ocupa de la protección frente a radiaciones no ionizantes y ha publicado una guía con los límites de exposición para su regulación en los diferentes lugares públicos y de trabajo. Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud  desarrolla programas para incrementar la precaución ante la exposición a radiación ultravioleta. Además en caso de no haber una evidencia científica para determinados efectos sobre la salud se pone en práctica el principio de precaución.

1. Kwan-Hoong Ng.  Non-Ionizing Radiations–Sources, Biological Effects, Emissions and Exposures. 2003. Disponible en: https://www.who.int/peh-emf/meetings/archive/en/

2. International Commission on Non-Ionizing Radiation Protection. General Approach to Protection against Non Ionizing Radiation. Health Physics 2002; 82 (4):540-548. Disponible en: https://www.icnirp.de/PuballNIR.htm

3. International Agency for Research on Cancer. IARC classifies radiofrequency electromagnetic fields as possibly carcinogenic to humans. 2011. Press Release nº208. Disponible en: https://www.iarc.fr/en/media-centre/pr/2011/

 

Autora: Elena López Gómez
4º Curso, Grado de Medicina. Universidad de Granada

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